¿Ludambulismo o dromomanía?
Aquí, pensamos y trabajamos (¡siempre!) en y con el turismo. Significa que nos interesan los movimientos de las personas que se alejan de los suyos hábitat natural o cotidiano, cuando se busca nuevas experiencias en lugares desconocidos o nuevas experiencias en lugares ya visitados muchas veces. Lo que importa son las ganas de ir, la motivación que les hace salir de casa en búsqueda, principalmente, de placer y ocio. También están esos viajes de "servicio" que no siempre son deseados o soñados, pero que, si sabemos aprovecharlos, nos aportarán nuevos conocimientos.
Uno de estos días, dando un paseo por la red mundial, sin buscar nada, específicamente, me encontré con el término ludambile. Neologizmo propuesto por Antônio de Castro Lopes, filólogo, latinista y poeta brasileño como sinónimo -o sustituto- de Turista en inglés o su traducción, turista. Según Lopes, la palabra tiene origen latino en ludus (diversión, pasatiempo) y Ambulo (Camino). A partir de entonces tendríamos ludambulismo (turismo) y ludambulistic (turista).
La expresión no ha ganado notoriedad, pero puede inspirarnos a reflexionar sobre algunos aspectos del turismo y los viajes. Renato Pincelli, de sitio hipercúbico, afirma que Castro Lopes consideraba su creación como algo ligado o análogo al "sonámbulo".
Ante tanta información que se nos ofrece hoy en día y considerando la enormidad de las propuestas para experimentar "lo nuevo", esta asociación entre lo ludambulista y lo sonámbulo me llevó a considerar las verdaderas experiencias de los viajes actuales. ¡Hay tantos estímulos! ¡Hay tantas novedades! ¡Hay tantas experiencias!
En tiempos de tanta tecnología y mayor facilidad de movimiento, se insta a las personas a "moverse" cada vez más en la superficie de la Tierra. Quienes trabajan directamente en el sector turístico se dedican a mostrar los destinos con el fin de deleitar a sus potenciales clientes consumidores, como un mago flautista atrayendo adeptos. Los números demuestran que han tenido mucho éxito: los humanos viajan en busca de nuevas experiencias, aunque muchas veces ni siquiera se dediquen a disfrutarlas literalmente. Es muy importante fotografiar y publicar en tus redes sociales.
Creo que aquí hay una contradicción que merece otra pausa para la reflexión: las investigaciones parecen indicar que los viajeros de hoy son "más exigentes", que "se preocupan más por los temas ambientales", que "quieren conocer nuevas culturas e interactuar con la gente". Tengo algunas dudas al respecto, sí, creo que muchos son, de hecho, personas con este perfil; Pero también creo que todavía hay una gran parte de los que viajan "por viajar", en una especie de dromomanía, otro término nuevo que descubrí recientemente.
Si, por un lado, el ludambulismo se refiere a viajar por placer, por diversión y ocio, la dromomanía alude a un "deseo intenso y recurrente" de viajar, de salir de casa. Para muchos, la rutina es un problema y, en este caso, el dromommam puede sentirse estresado hasta el punto de no concentrarse en el trabajo, por ejemplo, para planificar y pensar en su próximo viaje.
En este caso, me parece que el ludambulista, desde la perspectiva del sonámbulo, se asemeja al dromomiaco, aquel para quien lo que importa es el viaje, el movimiento y no la experiencia en sí, ya que, al parecer, no se fija en ello porque está pensando y planeando el siguiente. Por lo tanto, los dos tipos, tal vez, se pueden ver desde la perspectiva del sonambulismo, esa situación en la que una parte del cerebro está dormida mientras la otra realiza algunas acciones.
El poeta Fernando Pessoa escribió en uno de sus poemas que viajar es "ser constantemente otro" y Erico Verissimo afirmó que "el verdadero viaje nunca está en el presente, sino en el pasado, en el futuro o en ese cuarto y misterioso tiempo que no sé si llamo deseo, sueño o imaginación".
Teniendo en cuenta esto, ¿qué podemos hacer para atraer y conquistar a los turistas?